Conocer y contrarrestar el radicalismo islámico: perfil geopolìtico y criminológico y buenas prácticas anexas para contrarrestarlo

El punto de partida necesario para un análisis certero del mundo del terrorismo se encuentra en la aclaración de la terminologìa utilizada y, detenièndonos en la terminologìa occidental utilizada para definir los movimientos islámicos más extremos y militantes, parte de ella ha resultado inexacta y desviada para quienes evalúan y operan en la realidad. Esto resulta ser la consecuencia de una evaluación realizada sobre un mundo poco conocido y que, poco a poco, fue adquiriendo más y más clamor. En consecuencia, los medios de comunicación occidentales han recurrido a tèrminos ya conocidos: "fundamentalismo", "integralismo" son tèrminos que ya se han utilizado en el pasado (integralismo católico o fundamentalismo protestante) y que se han "reciclado" para describir los movimientos islámicos más extremos antes mencionados. Sin embargo, los tèrminos anteriores no reflejan totalmente la realidad. Los expertos no están de acuerdo con su uso. El tèrmino "radicalismo" parece más acertado y parece más adecuado y pertinente al pensamiento de los movimientos mencionados, es decir, querer una "vuelta a las raìces". Varios conocedores del mundo islámico definen la radicalización como "el proceso mediante el cual se adopta un sistema de valores extremista, incluida la voluntad de utilizar, apoyar o facilitar la violencia como mètodo de cambio social". A pesar de las diferentes definiciones del concepto de radicalización, como en el caso del terrorismo, no existe una definición internacional. De hecho, para los estudiosos del tema, es tan difìcil dar una definición inequìvoca como establecer las motivaciones que acercan al individuo a la misma idea extremista.